lunes, 30 de octubre de 2017

CAMBIOS POST-MORTEM EN LA CARNE DE PESCADO

CAMBIOS POST-MORTEM EN LA CARNE DE PESCADO

 Después de la muerte del pez, en sus diferentes tejidos y órganos se producen cambios muy diversos por su carácter y dinámica, ligados con las particularidades de la composición química de los tejidos y de su constitución. La intensidad de estos cambios depende de una serie de factores como el método de pesca, las condiciones de pre-almacenamiento, de la temperatura y humedad del medio ambiente entre otros. En los tejidos del pescado recién extraído se producen procesos bioquímicos muy complejos que conducen inevitablemente a su descomposición. Se diferencian cuatro fases básicas en el período post-mortem: excreción de mucosa, rigidez cadavérica, autólisis y putrefacción.

Primera fase.- Excreción de la mucosa

La superficie del pescado, inmediatamente después de ser extraído del agua, esta cubierta con una delgada capa de mucosa transparente que tiene olor natural característico de la especie, que  básicamente esta compuesta de bumina, lipoides y fosfatidos. La mucosa es excretada por unas células especiales de la epidermis, las cuales después de la muerte del pez por algún tiempo continúan excretando mucosa. La cantidad de mucosa paulatinamente va aumentando hasta llegar a un 2-2,5 % de la masa de pescado. La mucosa del pescado recién extraído es transparente, durante el almacenamiento la mucosa se vuelve opaca, toma un color gris y olor desagradable. Esto como resultado de la actividad de los microorganismos. Sin embargo, lo descrito no significa que el pescado esté deteriorado, por cuanto los microorganismos en esta fase, se encuentran en la superficie y no han logrado penetrar en los tejidos musculares del pescado. Un lavado cuidadoso del pescado, elimina la mucosa y el olor desaparece. El pescado en el período de excreción de mucosa es completamente fresco. La excreción de mucosa termina al empezar la fase de rigidez cadavérica.

Segunda fase.- Rigidez cadavérica ó rigor mortis

Exteriormente la fase de rigidez cadavérica se presenta de la siguiente manera. El cuerpo del pescado se vuelve duro, los músculos del dorso y del vientre se flexionan con dificultad. Las mandíbulas están fuertemente cerradas, las tapas de las agallas se pegan y compactan, la carne es dura, si se presiona con un dedo la huella desaparece rápidamente. El proceso de rigidez cadavérica empieza en la cabeza, pasa a los músculos del torso, luego continua en la parte posterior del cuerpo del cuerpo del pescado. 
La rigidez cadavérica es el resultado de la contracción de los músculos. En esta fase los tejidos musculares se encuentran en situación denominada tenso elástica. El proceso de rigidez se fundamenta en complejos procesos bioquímicos, que se producen principalmente en la fibra muscular. Un rol muy importante en la contracción muscular juegan las miofibrillas, las cuales para cumplir su función (trabajo mecánico) utilizan la energía de las sustancias que componen el sarcoplasma. La fuente de energía se forma como resultado de la desintegración fermentativa del glucógeno y del ATP. En el período inicial se produce con mas intensidad la hidrólisis del glucógeno – almidón animal (C6H10O5)n, que conduce a la acumulación en los músculos de ácido láctico y por lo tanto a la disminución del pH. La baja del pH activa la acción de los fermentos que hidrolizan los fosfatos.
Al inicio se produce la descomposición del creatinfosfato en creatina y ácido fosfórico, posteriormente la descomposición del ATP en adenosindifosfato y ácido fosfórico. El ATP permite mantener a las proteínas más importantes - miosina y actina - en estado disociado, al descomponerse el ATP posibilita la unión de estos, en un compuesto poco soluble denominado actomiosina. La formación de este compuesto, se produce acompañado de la modificación del estado de las proteínas, lo cual a su vez conduce a una contracción (acortamiento) de las miofibrillas y por consiguiente a la tensión de los músculos, y como consecuencia finalmente la rigidez cadavérica.
Las investigaciones con el microscopio han establecido que en el pescado, antes del inicio de la rigidez cadavérica las fibras musculares están unidas en forma compacta una con otra y los elementos del tejido conjuntivo están apretados entre sí. En el pescado en estado de rigor mortis se observa un fuerte hinchamiento de los grupos de miofibrillas y la desaparición de las estrías transversales. Al finalizar la rigidez cadavérica las estrías transversales se recomponen, pero el diámetro de las fibras musculares disminuye y entre ellas se forman claros, que se llenan con líquido liofílico, que sale de las células a través del sarcolema. Para que se produzca la contracción muscular son indispensables las siguientes condiciones: la descomposición del ATP y de otros nucleosidotrifosfatos, la presencia de iones de magnesio en determinadas concentraciones, un medio neutral o ligeramente ácido pH 6,5. El proceso de rigidez cadavérica continúa hasta que se agoten los nucleosidotrifosfatos que son la fuente de energía. Luego que se corta el suministro de energía, la reacción del medio pH aumenta hasta 6,9-7.0, los músculos se debilitan y el proceso de rigidez cadavérica termina.
A bajas temperaturas la actividad de los fermentos que descomponen al creatinfosfato y al glucógeno disminuye de manera significativa. Como resultado de esto, se detiene la acumulación de energía y de residuos de fosfatos para la síntesis del ATP de la miosina. Por eso se comprende la enorme importancia que tiene la utilización de frío para la conservación de la materia prima.
El tiempo de inicio de la rigidez cadavérica en iguales condiciones de almacenamiento, es diferente según la especie. La causa de ésta diferencia por el momento no está clara. Se supone que en la especies de movimientos rápidos, la rigidez cadavérica se inicia mucho antes que en las especies de movimiento lento. Es evidente que un rol muy importante para el inicio de la rigidez cadavérica, juegan la composición y propiedades de las sustancias que componen los tejidos musculares del pescado.

Tercera fase.- Autólisis

Autólisis es el proceso de desintegración de las sustancias que conforman los tejidos musculares por acción de los fermentos propios (proteasa, lipasa, amilasa) o por autodigestión de los tejidos del pescado. En el período inicial de la autólisis prevalecen los procesos relacionados directamente con la actividad de los fermentos de los músculos como la catepsina. Por cuanto los tejidos del pescado están compuestos básicamente por sustancias proteicas, la descomposición de estos por acción de las proteasas tiene una importancia muy grande. La autólisis de las proteínas musculares empieza a desarrollarse seguidamente después de la rigidez cadavérica, cuando la disminución del pH de los tejidos crea condiciones favorables para la actividad de las catepsinas. Por eso sería correcto denominar a la autólisis, como el conjunto de procesos de desintegración fermentativa de las sustancias componentes de los tejidos musculares del pescado, comenzando con la descomposición del glucógeno.
Las proteínas, en el proceso de autólisis, al principio sufren una determinada modificación estructural, que se expresa en el desagregado de sus grandes componentes en macromoléculas dando como resultado el cambio cuantitativo de la carga eléctrica de las proteínas, con el consiguiente aumento de su hidratación. Seguidamente se produce la descomposición de las moléculas de proteína en albumosas, las cuales a su vez se descomponen en peptonas y polipéptidos, los cuales finalmente se desintegran en diferentes aminoácidos. Aparte de los aminoácidos, en la autólisis de las sustancias proteicas se forman pequeñas cantidades de bases pirimidínicas y purínicas, que se liberan al descomponerse los ácidos nucleicos. La grasa en la autólisis se descompone en ácidos grasos libres y glicerina.
Los productos de la descomposición de las proteínas en la autólisis no son nocivos para la salud, por eso la autólisis no puede verse como un proceso de descomposición del pescado.
Sin embargo este proceso produce cambios estructurales profundos en los tejidos del pescado, que se notan en la consistencia de la carne, la cual se ablanda, separándose por las mioseptas y desprendiéndose de los huesos. Como resultado de la desintegración del tejido conjuntivo, de las proteínas y particularmente del colágeno de la carne, ésta toma una consistencia blanda y luego flácida. Se observa la caída y turbidez de los ojos, las agallas pierden color, se desintegra la estructura de los músculos del vientre hasta que se produce su rotura. La calidad del pescado como producto gastronómico disminuye sensiblemente. La descomposición de las proteínas crea un medio favorable para la actividad de los microorganismos, lo que finalmente conduce a la putrefacción del pescado.

Cuarta fase.- Putrefacción

Diferenciar puntualmente los procesos de autólisis de los de descomposición bacteriana, es prácticamente imposible. Como resultado de la actividad de los microorganismos se produce la descomposición de las sustancias proteicas formándose algunas sustancias tóxicas de olor desagradable. En la superficie del cuerpo del pescado, en las agallas, en el intestino se encuentran una cantidad grande de microorganismos, los cuales penetran en la carne luego de la muerte del pescado. Esto se facilita por el debilitamiento de los tejidos luego que termina la rigidez cadavérica.
El mejor substrato para la actividad de los microorganismos, son los productos de la descomposición de las proteínas – los aminoácidos, los cuales se forman en la fase de autólisis; asimismo la descomposición de las sustancias componentes de los músculos, las sustancias nitrogenadas no proteicas como el óxido de trimetilamina (CH3)3=N=O, la histidina C6H9O2N3, la urea NH2CONH2 y otros. La velocidad de la descomposición bacteriana del pescado depende de la naturaleza y contenido de las sustancias nitrogenadas no proteicas que se encuentran en la carne. La carne de especies marinas que contienen cantidades mayores de sustancias nitrogenadas no proteicas, se descomponen más rápidamente que la carne de especies de agua dulce. Especialmente notoria es la rapidez de la descomposición en especies como la caballa, sardina, atún; en las cuales se encuentra una mayor cantidad de histidina.
La orientación y carácter de los procesos de descomposición bacteriana de los aminoácidos dependen de la composición de la microflora y de las condiciones que estimulan el desarrollo de los procesos de oxidación aeróbica y de los procesos de reducción anaeróbica.
La descomposición de los aminoácidos por acción de los microorganismos se produce según el siguiente esquema.
En presencia de agua (desaminización hidrolítica), ó de hidrógeno (desaminización por reducción), cuando se separa el aminogrupo NH2, se forman en consecuencia ácidos simples, oxácidos y amoníaco. De los oxácidos se separa el ácido carbónico (decarboxilización) formándose alcoholes, los cuales a su vez por oxidación se transforman en aldehídos, cetonas y ácidos inferiores.
En presencia de oxígeno (desaminización por oxidación) cuando se separa el aminogrupo se forman amoníaco y cetoácidos, los cuales a su vez se transforman en aldehídos, ácidos inferiores y anhídrido carbónico. Seguidamente se separa el ácido carbónico formando monoaminas (RNH2, por ejemplo metilamina CH3NH2), diaminas [R2NH, por ejemplo dimetilamina (CH3)2NH], las cuales parcialmente se descomponen en sustancias más simples eliminando amoníaco.
En la descomposición de los aminoácidos que contienen azufre (cistina, cisteina, metionina), se forman sulfuro de hidrógeno H2S y mercaptanos (tioles), derivados orgánicos del sulfuro de hidrógeno que contienen un radical hidrocarburo enlazado con el grupo sulfhídrico SH. La fórmula general es RSH, en donde R-radical orgánico.
Los mercaptanos, especialmente los miembros inferiores de la serie homológica, poseen un olor específico, el cual puede ser captado en el aire en concentraciones de hasta 2x10-9 mg/l.
Los productos finales de la descomposición bacteriana de las proteínas son: sustancias inorgánicas (hidrógeno, ácido carbónico, amoníaco), compuestos sulfurosos (sulfuro de hidrógeno, metilmercaptano, etilmercaptano), ácidos grasos inferiores (ácido acético, propiónico, butírico, valeriánico, láctico y succínico). Acidos aromáticos (benzoico y fenilpropionico) y sus sales amoniacales, bases orgánicas entre las cuales se encuentran las monoaminas inferiores [metilamina, dimetilamina y trimetilamina (CH3N)]; monoaminas cíclicas [histidina, feniletilamina C6H5C2H5NH]; diaminas [putrescina NH2(CH2)4NH2, cadaverín NH2(CH2)5NH2], los cuales poseen propiedades tóxicas y son conocidos por el nombre genérico de alcaloides de la putrefacción o ptomainas. Igualmente se forman alcoholes aromáticos de olor fuerte como [fenol C6H5OH, cresol C7H7OH]; compuestos heterocíclicos como [indol C8H7N, escatol C9H9N].
En la descomposición por acción de los microorganismos de los nucleoproteidos, los ácidos nucleicos que entran en su composición forman el hipoxantín (C5H4N4O) y el xantín (C5H4N4O2) que se transforman en las condiciones correspondientes en amoníaco y ácido carbónico.
Una de las modificaciones mas importantes de las sustancias nitrogenadas no proteicas por acción de los microorganismos consiste en la reducción del óxido de trimetilamina hasta trimetilamina, la decarboxilización de la histidina para formar histamina (β-imidasolil-4/5/-etilamina C5H9N3, (ésta  sustancia es venenosa). Finalmente hay que anotar la descomposición de la urea eliminando amoníaco libre.
Los microorganismos no solamente descomponen a las proteínas, sino también a otros compuestos como las grasas. En este caso se produce la hidrólisis de los triglicéridos, igualmente se produce la oxidación de las grasas con formación de peróxidos, aldehídos, cetonas y ácidos inferiores. Estos procesos se presentan con menor intensidad en comparación con los procesos de descomposición de las sustancias nitrogenadas.
En la descomposición bacteriana, como resultado de la degeneración de las proteínas, aumenta en forma significativa la cantidad de nitrógeno no proteico en la carne de pescado. Se produce además un notorio desplazamiento de la reacción de la carne hacia el lado alcalino (pH 7,1-7,2) como consecuencia de la acumulación de bases nitrogenadas.
De los productos de la descomposición de las proteínas y de las sustancias nitrogenadas no proteicas, las mas importantes para calificar el grado de descomposición del pescado son el amoníaco y las monoaminas simples (metilamina, dimetilamina, trimetilamina) unidas bajo el nombre de bases volátiles, las bases volátiles sulfurosas (sulfuro de hidrógeno y mercaptanos) y los compuestos cíclicos (alcoholes, aminas y otros).
La formación y acumulación de bases volátiles, compuestos sulfurosos, alcoholes aromáticos volátiles (fenol, cresol) y compuestos heterocíclicos (indol, escatol) determinan la presencia y aumento del mal olor en el pescado. Por otro lado, el fenol, cresol, indol, escatol, así como las monoaminas cíclicas como la histamina, feniletilamina, diaminas, putrescina, cadaverina, bases oxiamoniacales como la neirina, son sustancias tóxicas que producen intoxicación en el  organismo humano.


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