EVALUACION DE
LA CALIDAD DE LA MATERIA PRIMA
La calidad del producto terminado depende
fundamentalmente de la calidad de la materia prima. Por eso es indispensable no
solamente controlar la materia prima recibida, sino también controlar el cumplimiento
de la normas de almacenamiento y del horario de ingreso de la materia prima al
proceso productivo.
Una ayuda importante para evaluar correctamente la
calidad de la materia prima es la información que se recibe sobre el día y hora
de pesca, las características del aparejo de pesca, la temperatura del medio
ambiente, del tiempo y condiciones del transporte de la materia prima hasta la
planta de procesamiento.
La calidad de la materia prima se determina por el
método organoléptico o por los métodos físico-químicos. Los indicadores del
método organoléptico son:
Determinación
del aspecto exterior del pescado. Los indicadores del aspecto exterior del pescado son:
la cantidad y estado de la mucosa, estado de las escamas, estado de la piel,
color de las agallas, cantidad y estado de la mucosa en las agallas, color de
los ojos y su estado en relación con el nivel de las órbitas oculares,
deformación del cuerpo del pescado (cantidad y carácter de la deformación),
cantidad, carácter y medidas de los daños mecánicos de los tejidos.
Determinación
del estado de la superficie.
El pescado absolutamente fresco, que tiene no más de 2 horas de extraído del
agua, posee una superficie cubierta por una capa delgada y transparente de
mucosa, secretada por las glándulas celulares de la dermis. Como se sabe
después de la muerte del pez (asfixia), la secreción de mucosa continúa.
No siempre la cantidad y lo pegajoso de la mucosa
sirven como indicadores de su deterioro, por eso sobre la calidad del pescado
se puede juzgar, no por la presencia o ausencia de mucosa sino por su buen
estado. Durante el almacenamiento del pescado la consistencia y el color de la
mucosa se modifican, se vuelve opaca y menos pegajosa. En la mucosa se
presentan pequeñas bolitas, que se forman como consecuencia del deterioro de la
piel (epidermis, dermis) por acción de los microorganismos y como resultado de
los procesos fermentativos.
Dependiendo de la calidad del pescado, la mucosa puede
ser transparente (en el pescado fresco) o turbia y sucia (pescado malogrado).
El estado de la mucosa influye en la coloración de la superficie del pescado
(paulatinamente pierde color, después se vuelve turbia). La coloración del
cuerpo del pescado se expresa en los términos: brillante, opaco, sin brillo.
Cambia también el olor de la mucosa (pasa de acídulo a
putrefacto). El olor se determina después de frotar la mucosa entre los dedos.
El olor puede ser a pescado (característico para cada especie de pescado),
acídulo, rancio y putrefacto. Por el color y el olor de la mucosa no se puede
desechar el pescado como materia prima, por cuanto luego de un lavado cuidadoso
del pescado en agua potable, se limpia la superficie de mucosa, el olor
desaparece y por lo tanto el pescado puede ser apto para su procesamiento o
consumo.
Determinación
del estado de las agallas.
La abundancia de sangre y mucosa en las agallas crean condiciones favorables
para la actividad vital de los microorganismos, por eso en las agallas antes
que en otra parte del cuerpo de los peces se presentan los signos de deterioro.
El proceso de descomposición de los tejidos de las agallas y de la mucosa que
en ellas se encuentra se produce rápidamente. Como consecuencia se modifica el
color de los pétalos de las agallas (desde un color rojo intenso hasta un color
rosado claro o marrón oscuro) y el olor de las mismas. En lugar del olor
característico del pescado fresco, se presenta un olor acídulo, rancio o
putrefacto. Para determinar correctamente toda la gama de olores de las agallas
y por consiguiente la calidad del pescado, se cortan las agallas con unas
tijeras, se introducen en agua hirviendo y se determina el olor de los vapores
que se forman.
Determinación
de la integridad de los órganos y el cuerpo del pescado. Por integridad del pescado
se entiende la ausencia de daños mecánicos exteriores de la piel, los músculos
o cualquier otra parte u órgano del cuerpo del pescado (tapas de las agallas,
aletas y otros). La integridad del cuerpo del pescado puede ser alterada en el
momento de la extracción, en el momento de la descarga del aparejo de pesca o
en el traslado y transporte.
Determinación
del estado de la cubierta de escamas. El estado de la cubierta de escamas se determina por
su cantidad, densidad, y por la fuerza con se sostiene en la piel. Las escamas
pueden estar intactas o levantadas en algunos lugares (no más del 10 % del
total de la cubierta de escamas).
Determinación
del estado de la piel.
Los daños de la cubierta de piel pueden ser moretones (heridas, ocasionadas por
los aparejos de pesca); rotura de las escamas (heridas por enredarse en el arte
de pesca); rotura de la piel y de los tejidos; hemorragias.
En las especies de tamaño pequeño no se exige la
determinación del carácter y la cantidad de daños de la cubierta de piel de
cada pescado, sino que se determina la cantidad de pescados en la muestra de
control (en %) que tienen daños en el cuerpo. Para esto es necesario tomar la
muestra de una cantidad de 100 ejemplares (de 33 a 34 unidades de la parte
superior, media a inferior) y contar los peces que tienen uno u otro daño en el
cuerpo; el resultado se expresa en unidades porcentuales.
Como se ha indicado anteriormente se considera también
un daño las hemorragias (manchas rojas o rosadas en las tapas de las agallas,
en los costados y en la parte ventral del pescado). Las hemorragias se pueden
producir como consecuencia de contusiones, magulladuras o rotura de los vasos
sanguíneos.
Determinación
del estado de los ojos.
El estado de los ojos está caracterizado por el grado de transparencia de la
córnea y la posición del globo ocular en relación al nivel de su órbita. Hay
una correlación directa entre el estado de los ojos y la frescura del pescado.
Dependiendo del grado de frescura del pescado la córnea puede ser clara, opaca
o turbia, y el globo ocular puede ser convexo, caído (por sobre el nivel de la
órbita) o completamente caído (por debajo del nivel de la órbita). En el
pescado recién extraído los ojos tienen forma de cúpula y son transparentes. Al
empeorar la calidad del pescado la transparencia de la córnea disminuye y el
globo ocular desciende en relación al nivel de la órbita. En el pescado
guardado los ojos son turbios y caídos (por encima del nivel de la órbita). En
el pescado descompuesto los ojos son completamente turbios y caídos (por debajo
del nivel de la órbita).
Determinación
del estado del vientre y de la abertura anal. Como resultado de la descomposición
del contenido de los intestinos se forman gases, los cuales embalonan el
estómago y los intestinos. El volumen del abdomen aumenta y puede producir la
rotura de la pared ventral. El estado del abdomen está determinado por los
términos: normal, hinchado, roto. El pescado con el vientre roto se caracteriza
por una pared ventral debilitada y abierta como consecuencia del ablandamiento y
rotura del tejido muscular por acción de los fermentos o de los
microorganismos.
Este fenómeno se observa frecuentemente en las especies
de pequeño tamaño (anchoveta, samasa, pejerrey y otros) especialmente en los
ejemplares con el estómago lleno.
Determinación
del tipo y cantidad de helmintos. Cualquier órgano o parte del cuerpo del pescado
(escamas, piel, aparato digestivo, hígado, gónadas, tejido muscular, encéfalo,
corazón y otros) pueden estar afectados por uno u otro parásito (helminto). El
tipo de helminto se determina con el objeto de señalar el grado de peligro para
la salud humana del mismo parásito, de su larva o de los productos de su
actividad vital.
Al resolver el problema de la posible utilización como
alimento del pescado infectado con parásitos es indispensable mostrar una
extrema rigurosidad e intransigencia. Si los parásitos no son peligrosos para
la salud humana, pero malogran la presentación del producto, es indispensable
eliminarlos por medio del eviscerado o separación de las partes infestadas por
los parásitos. En los casos de duda es necesario realizar exámenes y análisis
microbiológicos.
Determinación
de la consistencia de la carne. La consistencia de la carne se determina presionando
con el dedo de la mano en la parte central, la más carnosa del cuerpo. También
se determina presionando el pescado por los costados entre los dedos pulgar e
índice. Sobre la consistencia se puede juzgar por la sensación que se produce
en los dedos de la mano, y por el tiempo que demora en desaparecer el hoyo
formado por los dedos al presionar el músculo del pescado. La consistencia se
determina por los términos: compacta, debilitada y débil.
Determinación
del color de la carne.
Por coloración de la carne se entiende la tonalidad de la carne al ser cortada
en forma perpendicular a la orientación de las fibras musculares (corte
transversal). Generalmente el corte se hace después de las aletas pectorales
perpendicular a la columna vertebral, cortando los músculos de la espina
(musculatura somática). El color de la carne puede ser: normal (brillante,
característico de la especie); opaco (con enrojecimiento a la altura de la
columna); oscuro.
La opacidad y el enrojecimiento de la carne de pescado
acompañado de un olor desagradable caracterizan al pescado en estado de
descomposición.
Determinación
del olor de la carne y de los órganos internos. Antes de proceder al análisis del
pescado conviene lavarlo en forma cuidadosa, limpiando la mucosa y los cuerpos
extraños, luego esperar que escurra el agua. El olor de la carne de especies
pequeñas se determina inmediatamente después de apretarlos fuertemente entre
los dedos de la mano. Para determinar el olor de especies de tamaño mediano se
hace previamente un corte transversal del cuerpo.
El olor de la carne de especies de tamaño grande se
determina con ayuda de un cuchillo o de una varilla metálica delgada. El
cuchillo o la varilla se introduce por la parte de la abertura anal en
dirección a la columna vertebral, cerca de la cual pasan una gran cantidad de vasos
sanguíneos. Al retirar el cuchillo es necesario determinar el olor en forma
rápida.
Determinación
conjunta del olor y el sabor de la carne. El pescado debe ser eviscerado
(prueba en cocción) como se procede comúnmente en la preparación culinaria, los
trozos de pescado se colocan en el agua hervida, se cuecen durante 10 minutos
en una olla con la tapa cerrada. En el proceso de cocción se determina el olor
del pescado. La prueba de pescado cocido puede dar evidencias valiosas sobre el
grado de frescura del pescado.
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